Anoche tuve un sueño erótico con vos

©Por Sandro Centurión

Y vos me mirabas con esa sonrisa pícara que solés hacer cuando encuentro tus ojos a la distancia yo te conversaba y anda a saber que pelotudez te estaba diciendo porque a vos te gustaba y te reías de mí o de lo que decía o del hecho de que los dos íbamos en bicicleta yo te llevaba en el caño iba a toda mierda vos tenías puesto ese vestidito rosa que se vuela con la menor brisa y deja ver todo entonces caminábamos por la playa y el atardecer se dibujaba en tu espalda desnuda porque estabas acostada boca abajo en la arena pero también caminabas a mí lado corrías desnuda entre los árboles como una salvaje los dos éramos salvajes hambrientos en busca de comida te besé y sentí que tu lengua me recorría el paladar te invitaba mate y una torta de chocolate que compré en la tienda de la esquina mientras vos me esperabas en la vereda y mirabas la vidriera bailabas sola y yo te miraba acodado en la barra bailabas para mí o para vos o para nadie y para todos al mismo tiempo en esa incertidumbre eras feliz porque sólo lo incierto y lo inesperado tienen la capacidad de acercarnos tanto a la felicidad decía yo de pie en el escenario de un congreso de algo que no importa el teatro estaba lleno y vos estabas en primera fila con tus anteojos de intelectual y un lápiz negro metido entre los labios lo mordías y lo marcabas con tus dientes y tenías las piernas cruzadas largas blancas y tersas sonaba la campana y salíamos corriendo al patio los dos tomados de la mano la maestra nos miraba con ternura estábamos los quince minutos que duraba el recreo tomados de la mano no hablábamos con nadie la campana volvía a escucharse y vos aprovechabas el descontrol para mirarme a los ojos me tocabas la cara me sonreías y mí cuerpo todo parecía a punto de explotar entonces me besabas tus labios conocían a los míos y se saboreaban hacía calor y estaba oscuro adivinaba tu cuerpo en la oscuridad te sabía desnuda completamente desnuda te entregabas me dejabas hacer conocer tus lugares secretos en esa oscuridad nosotros podíamos vernos entonces supe que todo era un sueño que nada era real despertar parecía la opción más lógica sin embargo te abracé fuerte te alcé entre mis brazos entré en vos como si cruzara los Andes a caballo y te amé y te escribí por dentro y por fuera, y ahora te miro te pienso te escribo acá en este universo que es y no es otro y donde parecen ser la misma cosa mirarte pensarte escribirte soñarte amarte todo junto al mismo tiempo.

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