Para ser un desalmado

 Si pretendes ser un desalmado 

te recomiendo que te burles de los mitos 

y leyendas que contaban tus abuelos. 

Proclámate ateo, 

escupe los preceptos 

de los que te amaron. 

La ley no existe, 

la injusticia manda. 

No creas en los derechos ajenos, 

ni en los propios. 

Tampoco te confíes de la ciencia, 

levanta con orgullo las banderas de la idiotez.

No creas en nada, ni en nadie. 

Para un desalmado todo es falso, 

engaño y conspiración.

Sin embargo, por lo bajo, 

cuando nadie te vea, 

ruega por encontrar 

en las pantallas de la ignorancia 

una mentira que te satisfaga, 

una pequeña, una insignificante ficción barata, 

que te agrade, 

que te convenza, 

que te seduzca, 

que te ampare, 

que te sane el alma, 

que has perdido.


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