Acciones extraordinarias de gente ordinaria
Un grupo de gente ordinaria confluye a la misma hora en el mismo lugar. No es habitual que gente ordinaria coincida en tiempo y espacio, a menos que alguien extraordinario suscite el evento. Sin embargo, contra todo pronóstico el hecho acontece. La gente ordinaria se mira, se hablan entre sí, se escuchan unos a otros, se muestran interesados en la acción extraordinaria de encontrarse. El observador ordinario poco acostumbrado a que la gente ordinaria realice este tipo de manifestaciones se mostrará sorprendido, alarmado y temeroso de las consecuencias imprevisibles de una acción extraordinaria. Toda acción extraordinaria es peligrosa sobre todo cuando es producida por gente ordinaria. Luego de un tiempo inconmensurable la gente ordinaria desacostumbrada a las experiencias extraordinarias se aburre o se divierte más de lo acostumbrado y tolerable, se dispersa, se separa, se aleja hacia rumbos desconocidos e inalterables hasta que el azar o la suerte los vuelva a reunir, lo que es poco probable aunque no del todo imposible.
©Sandro Centurión
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